LA LUZ:
Pero, la
vida a veces da sorpresas y detrás de una esquina pueda estar la mayor
maravilla, lo insospechado, ese evento que moldea y transforma tu mundo cuando
menos lo esperás.
Mi esposa
nota que mi hijo es acosado en la escuela, que parece muy distraído, que
se centra demasiado en muy pocos intereses, que, a pesar de ser
brillante, parece sumamente torpe en su relación con los demás, siempre
desubicado y ausente, que no tolera el fracaso, en fin, que necesita ayuda
psicológica. Por mi parte, a ser sincero, no le veo nada raro.
Ella, como
buena madre, insiste en el asunto hasta que decidimos de una vez por todas
acudir a un profesional, mejor dicho, ella lo decidió, a nosotros nos llevaron,
el resultado, un diagnóstico: ASPERGER, así es, mi hijo tenía una cosa rara que
suena a estornudo y que nunca habíamos siquiera sospechado de su existencia.
Durante el
proceso siento que nuestro interlocutor me empieza a ver raro, esto no me
gusta, al parecer el asunto también es conmigo, me pregunto qué pasa y me pongo
un poco inquieto, porque siento algo así como una mira laser en mi frente y
creo que todos sabemos, por las películas, lo que viene después de que aparece
la mira laser en tu frente.
Pues no
ahondemos en el proceso, el punto es que llegó ese momento tan temido, aquel
gurú de las palabras extrañas y de las explicaciones complicadas la toma contra
mí y aprieta el gatillo, otro Aperger. Yo no quería escuchar eso, pero al menos
me sentí muy bien de estar junto a mi hijo compartiendo la “asperguidad”, linda
palabra, no es cierto?.
Es obvio que
si te dicen que tenés cualquier cosa que suena a enfermedad y, sobre todo, si
no sabés ni una palabra de ella, lo más natural es que te entren muchas ideas
en el cerebro.
Y viene la
reacción, desde un: Qué extraño que me lo diga porque no me siento particularmente
Asperger el día de hoy, aunque no tengo ni la menor idea respecto a cómo un
Asperger debería sentirse, hasta algo así como: Saldrán tentáculos y mutaré en
algún ser de historieta de terror? Me dolerá algo? Me tendrá que someter a
algún terrible tratamiento en base a dolorosísimas inyecciones? Se me caerá el
cabello? … sí, estoy exagerando, pero me pareció divertido hacerlo, en fin,
AUXILIO, SOY
ASPERGER!!!!!
Es entonces
donde ese personaje cuyo tiempo tan caro nos ha resultado, empieza a justificar
realmente su bien ganado dinero, poco a poco nos explica que es el Síndrome de
Asperger, cómo funciona, cómo se comportan, en fin, todo el arcoíris de
peculiaridades que nos hace ser como somos y qué podemos hacer al respecto.
Miro a mi
hijo de doce años, estamos en el mismo barco. Poco a poco se hace la luz, se
disipan los temores y se va abriendo un nuevo horizonte.
Lo juro, mi
vida entera se repetía una y otra vez en mi cabeza en forma de escenas
alucinantes de una película que ponemos en avance rápido. Todo se empezaba a
explicar, todo empezaba a tener sentido, ya no dolía, ahora sabía porqué y a
cada palabra me sentí mejor, más fuerte, más seguro, hasta empecé a divertirme
al recordar momentos que en mi pasado fueron muy angustiantes y dolorosos, pero
que, bajo esta nueva perspectiva tomaban visos de comedia, de muy buena
comedia.
Ese día salí
del consultorio sintiéndome aún más unido a mi hijo por esta forma particular
de ser que ambos compartimos y sediento por conocer todo lo referente al tema.
Horas, días,
semanas, meses, ahora ya dos años, investigando, saciando mi curiosidad, por
supuesto que con toda la obsesión que los aspies podemos desarrollar respecto a
un tema. Entre más conocimiento adquiero, más me llama la atención como los
eventos en las vidas de los que compartimos esta modalidad de pensamiento
tienden a repetirse una y otra vez, como las preocupaciones de los que los
rodean son las casi mismas con solo pequeños matices que las diferencian, como
los supuestos expertos se plantean teoría tras teoría sin llegar a una
conclusión y, sobre todo, cada uno de nosotros ha encontrado su propio camino,
su forma particular de lidiar con el mundo.
Ahora estoy
feliz, orgulloso de lo que soy, un aspie (cuanto me encanta esa palabra), SÍ,
SOY DIFERENTE, no quieran medirme como un neurotípico, mejor dicho, un
muggle, término potterístico que me divierte usar, soy aspie, entienden? tengo
mi propia forma de ser, con sus ventajas y desventajas, virtudes y defectos,
tengo grandes debilidades y tremendas fortalezas.
Sé quién soy
y me siento feliz, con un nuevo aire, me atrevo de nuevo a ser yo mismo con una
actitud de “cuidado mundo que te como al desayuno” que a veces me cuesta un
tanto manejar.
Eso pasa
cuando de repente, en el rompecabezas de tu vida, como por arte de magia, todas
las piezas se acomodan, todo cobra sentido, todo se explica.
UN ORNITORRINCO:
Y eso fue mi
vida en resumen, cincuenta y cinco años de sentir que no encajaba para ahora
saber que realmente siempre encajé, encajé como anillo al dedo, con una
perfección milimétrica, pero no encajé como ellos esperaban, encajé como lo que
soy y siempre debí saber que era, soy la persona perfecta para ser yo, nadie lo
podría hacer mejor.
Encajé
porque no soy un castor ni un pato, no soy lo que la mayoría pretende, porque,
aunque muchos quisieran que fuera uno de ellos, soy un ornitorrinco, soy un ser
particular, perfecto en mi imperfección como ellos lo son en la suya, orgulloso
y feliz conmigo mismo!!!
SOY UN ORNITORRINCO, SOY UN ASPIE!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario