Muchas
veces he leído respecto a ofrecerles a los niños y jóvenes aspies, algún tipo
de adecuación curricular en sus estudios.
Este año,
con el cambio de colegio, algunos profesores quisieron ayudarle dándole tiempo
extra para responder a las pruebas o estando cerca de él para ayudarle a la
lectura o dándole simplemente apoyo moral.
Pocas veces
lo he visto tan furioso!!!
Tuvo que
controlarse para no mandarlos a la …esquina y todavía cuando habló después
conmigo estaba hecho una furia, tuve que hablarle a algunos profesores para, de
buena manera, para hacerlos ver que Gabriel no requería ese tipo de adecuación
y que más bien se había sentido mal al respecto.
Obviamente
entiendo que no todo aspie es igual y que bastantes tienden a tener algún otro
tipo de sintomatologías asociadas que si pueden hacer necesario esta modalidad
de adecuaciones, pero no es el caso de los aspergers puros.
Pero ahora,
pensando en todo lo que ocurrió el año me doy cuenta que mi hijo de hecho sí
requirió de adecuaciones y yo mismo fui a negociárselas, sin darme cuenta
entonces que eso era realmente lo que estaba haciendo.
Les cuento,
primero fue en Español. Aunque le fue excelente durante el año, hubo un momento
de duda y confusión, y fue cuando se vio enfrentado al mundo de la poesía.
Recordemos que los aspies somos literales y pésimos para las sutilezas
implícitas en el lenguaje poético de la rima, el símil y la metáfora. Recuerdo
el fin de año anterior, hicimos una fiestita en la casa para mis colaboradores
del trabajo, yo les permito que oigan la música que a ellos les gusta (a pesar
que no la soporto) e incluso los dejo llevar un karaoke, actividad que por
cierto aborrezco a muerte.
Todavía me
parece ver la expresión de horror y confusión de Gabriel al escuchar a alguien
cantar “tus labios de rubí, de rojo carmesí, parecen murmurar mil cosas sin
hablar”, ni quiero saber qué se imaginó.
En aquel
momento yo hablé con su profesora para hacerle ver que Gabriel tenía una gran
desventaja cuando se trataba de la interpretación y comprensión de este tipo de
lenguaje respecto a sus compañeros, por lo que ella tomó este hecho en
consideración. Sería como pedirle a un neurotípico realizar un análisis lineal
de problemas a la par de un grupo de
veinte aspies, seguro que también necesitaría un poquito de ayuda.
La segunda
vez que intervine fue con el profesor de History, quien en varias pruebas
planteó preguntas muy normales para un NT, pero que, para un cerebro aspie,
eran casi imposibles de responder dado que, según lo interpretaras, podían
tener todo un abanico de posibles respuestas, por lo que no podías intuir cuál podía
ser la respuesta que el profesor esperaba.
En fin, el
punto es que muchas veces sí podríamos necesitar una adecuación, cuando nos
enfrentamos a problemas que no podemos analizar adecuadamente dentro de
nuestros parámetros mentales, tanto como lo requeriría un muggle si lo forzaran
a interpretar planteamientos con una lógica totalmente aspie.
El próximo
año planeo estar todavía más al pendiente para hablar con los profesores, ojalá
al inicio del período lectivo para darles a conocer estas particularidades con
tiempo y que las tengan en cuenta.
Mi consejo
a padres con chicos aspie que no tengan otra sintomatología que pudiera variar
estos criterios es que procedan igual y le hagan ver a los profesores de sus
hijos las diferencias de percepción que sus aspitos tienen.
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