Y viene una
nueva entrega del fascinante Aspies vs Muggles
Esta si que
es una de las buenas, la sociedad vive inmersa en un remolino del lenguaje,
donde hay que interpretar posturas, señales, guiños, acentos y demás elementos
que complementan las palabras y las transforman, a veces hasta extremos de
querer decir lo contrario de lo que se expresa, como en los muy utilizados
sarcasmos.
A los aspies
se nos dificulta tremendamente interpretar signos y nos vamos directamente con
lo que escuchamos, entonces se nos dice que tenemos que aprender a entender lo
que se quiere decir. O sea, tras que te tengo que oir, cosa que no siempre
deseo hacer, también te tengo que adivinar?
Es que me
quieren convertir la vida en un eterno quiz en el que nunca podré sacarme un
100?
No tienen
idea de lo frustrante que es escuchar "pero no entendiste lo que te quise
decir?"
Si eso era
lo que quisiste decir ... porqué entonces
NO LO
DIJISTE?
Probablemente
cuando hablamos ni siquiera te vi a los ojos y no me di cuenta de aquel sutil
movimiento de medio milímetro en la comisura de tu boca, que indicaba, muy
claramente, según tu criterio, que yo tenía que entender que debía pintar la casa
de un tierno color "albaricoques enamorados bajo la luna de otoño"
(no es mi culpa, ahora los colores se llaman de las formas más ridículas),
cuando lo que me dijiste fue que la pintara color "rojo carro de
bomberos"
Con el
tiempo podemos aprender poco a poco a entender algo de ese enredadísimo
lenguaje, pero no se acelerará el proceso por el hecho de someternos
constantemente a este absurdo juego de adivinanzas y torturas, o por
decirnos que tenemos que hacerlo.
Si el
jueguito proviene de extraños que no saben de nuestras particularidades, pues
ni modo, pero lo increible es que muchas veces proviene de las personas más
cercanas, el padre, la madre, el hermano, el maestro, tu pareja, simplemente
parecen olvidarse de lo que somos y utilizan todo su arsenal de señitas y, si
no les entendemos, se enojan y hasta nos lo recriminan. Ya quisiera verlos si
les hacemos lo mismo y los ponemos a adivinar lo que estamos pensando ... como
damos tantísimas pistas (mirá, eso fue un sarcasmo ... jaja)
Por favor,
no somos tontos pero tampoco adivinos, no queremos ni sabemos jugar ese, para
nosotros absurdo, juego de charadas.
Ayúdenos a
entenderlos, hablen claro, sean lo más explícitos que puedan, digan las cosas
con total claridad, sin floreos ni rodeos y van a ver como nuestra comunicación
va a ser mil veces mejor.
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