La entrada a clases, momento
crucial todos los años, que, para muchos de nosotros tiene ciertos tintes
particulares que no dan una percepción distinta a la de los muggles. Haré un
relato de cómo veo el asunto, mezcla de recuerdos y presunciones de cómo sería
si me tocaras hacerlo hoy.
Les cuento porque no me
extrañaría que muchos padres se salgan de sus casillas dado que sus aspitos
pondrán peros a todo, se comportarán en forma obsesiva, o simplemente negativos
ante sus criterios.
Paciencia, recuerden que vemos
todo con otros matices, traten de comprenderlos y tenerles paciencia.
LOS UNIFORMES:
La verdad es que los uniformes,
al fin y al cabo son excelente invento para un aspie, nos releva de pensar
todos los días respecto a la ropa que usaremos, o mejor dicho, a ponernos lo
que sea sin pensar mucho en ello, labor que comúnmente termina en que nos
vistamos con combinaciones “caja fuerte” (solo nosotros la sabemos), con ropa
repetida, desgastada, manchada y hasta rota (siiii, nuestra favorita!).
De todas formas, si elegir la
ropa para ir a clases fuera nuestra tarea, al final probablemente llegaría nuestra
propia Fashion Police… en forma de madre, y nos obligaría a cambiarnos por
ropajes más convenientes y apropiados, los cuales invariablemente serán
incómodos y absurdos para nuestros aspies ojos.
Asì que benditos uniformes que
nos ahorran el aparecer en público con nuestras extravagantes vestimentas y que
también, de algún modo, nos ayudan a mezclarnos mejor con la multitud y
alcanzar más fácilmente una de las principales metas sociales de un aspie: no
llamar la atención para que nadie se meta conmigo!
Pero no crean que todo es así
de fácil, somos aspies, no nos interesa la ropa, pero, si debemos usar el
uniforme todos los días, podemos volvernos sumamente obsesivos y exigentes con
el mismo.
LOS ZAPATOS:
Primero recordemos algo, un
aspie puede ser la máxima autoridad en su campo y hasta rozar la genialidad,
pero… ASPIE QUE SE RESPETA NO SABE AMARRARSE LOS ZAPATOS!!!
Si me enseñan un aspie que lo
haga bien es porque está trucado.
Cómo deseaba yo que mi madre me
comprara zapatos sin cordones, pero noooo, era maestra y como tal seguía el
código zapatístico de los educadores: “zapatos de amarrar”, lo que en un aspie
tendrá siempre el mismo resultado: “cordones desamarrados”, con algún probable
topetazo al cemento de vez en cuando producto del ocasional tropezón.
LOS ÚTILES:
La mejor parte, que entretenido
es comprar los útiles, nuevos, relucientes, los maravillosos juegos de
geometría, lápices y lapiceros nuevecitos, borradores, lápices de colores.
Sacarlos de sus empaques y
ponerlos en algún orden, siempre nosotros y la manía de usar patrones para
todo.
Saben que es lo más frustrante
que puede pasar?
Que se quiebre la punta de uno
de nuestros lápices de colores nuevos, antes del primer día de clases. Eso
implica sacarle punta nuevamente, o sea, irremediablemente quedará más corto
que los demás con lo que tooodoooo el paquete se ha arruinado sin remedio.
Tenemos los libros, estén
seguros que correremos a los de ciencias y matemática a ver los temas y si hay
ilustraciones aún mejor.
Y los cuadernos, probablemente
querremos que tengan un solo tema, sean de la misma marca, mismo tipo de
empaste, pero es solamente nuestra expectativa, la verdad es que los maestros y
profesores son unos expertos en arruinar lo que podría ser una gloriosa
colección académica, todos piden cuadernos diferentes, es que no pueden ponerse
de acuerdo?
La “forrada” de cuadernos, eso
si puede ser obsesivo, sobre todo si utilizamos plástico autoadherible, el
forro debe ser perfecto, cualquier fallo significa fracaso.
Por último las etiquetas, tiene
por supuesto que tener un mismo tamaño, una misma temática, un mismo tipo de
letra y lo peor, debemos buscar un lugar en todos nuestros libros y cuadernos,
de tal forma que podamos dar la misma ubicación relativa a todas, sin cubrir
los títulos ni la ilustración principal.
Así que paciencia padres y
apoyo a sus aspitos
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