viernes, 5 de junio de 2015

ASPIES VS MUGGLES 10



ASPIES VS MUGGLES 10


Pues sí, es un hecho que no está en nuestra naturaleza mirar a las personas a los ojos cuando nos hablan, pero esto no significa que le estemos poniendo atención, es solamente que nos pone nerviosos el hacerlo, además que nos distrae de la conversación, o sea, entre más te miro, menos atención te pongo. Trata de respetar eso y la comunicación mejorará increíblemente.

El aspie, la mejenga y la insistencia



El aspie, la mejenga y la insistencia


Sucede que anoche dispusieron suspender el ensayo de orquesta de mi hijo, Gabriel, y pasar un divertido rato jugando futbol en el patio central del Museo de Guanacaste, lugar donde ellos normalmente tienen sus actividades. Supongo que el fin fue bajar estrés, lograr una linda convivencia social y divertirse un rato… al menos creo que de eso se trataba.

Pocos minutos después de tomada la decisión, recibo una llamada de mi hijo para que vaya a recogerlo, siendo el único que prefirió irse que participar en esta actividad.

Hoy temprano yo pensaba en lo predecible de ese hecho, lo consistente con su comportamiento y cuánto le cuesta a las demás personas comprenderlo y las razones por las cuales lo que funciona para ellos no tiene ese efecto en él.

Primero hablemos del hecho de bajar el estrés producido por los ensayos. Para él los ensayos no son estrés, punto, su cerebro aspie estás totalmente diseñado para comprender, asimilar, interpretar y memorizar partituras musicales.

La convivencia social, si mi hijo asiste a la orquesta es más que por lo musical, por lo social, pero lo que le gusta es hablar con sus amigos partiendo de lo musical, es su forma de comunicarse con ellos y el cambiarle las reglas a un asunto físico simplemente elimina su canal natural, por lo que, en lugar de facilitarle la interacción, la elimina.

Y la diversión… aunque si existen los aspies deportistas, no son muchos. Para la mayoría el perseguir un balón y todavía peor, estar en una actividad de contacto físico no solamente es poco divertido, sino que puede convertirse en una legítima tortura. 

Pues siendo así entonces, era obvio que Gabriel no tendría ni la más mínima intención de participar en esta actividad y más bien le causara cierto grado de molestia el cambio.

Pero bueno, esa es la explicación de porqué él no participó, algo muy normal.

Lo que no comprendo es que llegaran personas que conocen las características de comportamiento de mi hijo a insistirle en que participara en el juego. 

Y es que siempre es lo mismo, la insistencia en que nos comportemos, disfrutemos y  actuemos como los demás solo porque a ellos les gusta actuar así.

Eso es necio, molesto y en ciertas ocasiones incluso causa de enfado para nosotros.

Está bien que se diviertan como quieran pero, por favor, respeten nuestra forma de ser, comprendan que tenemos las mismas preferencias, no compartimos mucho de lo que a ustedes les gusta y que, simplemente, no nos divertiremos ni la pasaremos bien haciendo lo que ustedes pretenden.

Parte del respeto básico para nosotros es no insistirnos cuando no deseamos hacer algo que simplemente porque tooodooos los demás así lo quieren.